En la prueba 1, se evaluaron 6 dietas distintas que contenían 3 tipos de soja distintos (harina de soja , HS; harina de soja extrusionada, HSE; y soja integral extrusionada, SIE) e incorporaban o no 10g de Na2SO3/Kg de soja. Todas las dietas fueron formuladas para contener el mismo nivel de energía y lisina.
En global (28 días) los lechones alimentados con SIE mostraron mejor GMD (p<0,01) y tendió a mejorar el IC (p<0,08) en relación a la dieta HS. Además, cuando se incorporó Na2SO3 los lechones comieron y crecieron más y convirtieron mejor (p<0,05).
En el segundo experimento también se compararon 6 dietas distintas, en este caso se utilizaron dos fuentes de soja distintas (HS y SIE) y tres niveles de incorporación de Na2SO3 (0; 7,5 y 15 g/Kg de soja). Las 6 dietas fueron formuladas para tener el mismo nivel de energía y lisina.
Los lechones alimentados con SIE crecieron más y conviertieron mejor (p<0,01) que los alimentados con HS. En este caso la incorporación de Na2SO3 sólo tendió a mejorar el IC (p<0,06).
En conclusión, los lechones alimentados con soja integral extrusionada muestran mejores IC y GMD que los lechones alimentados con HS. Además, la incorporación de Na2SO3 antes de la extrusión aún puede mejorar estos valores.
L.L. Burham, I.H. Kim, J.O. Kang H.W. Rhee y J.D. Hancock. Asian-Australasian Journal of Animal Science 2000. 13 (11):1584-1592